viernes, 9 de mayo de 2008

MALVINAS: 26 AÑOS DESPUES

NO SOMOS HEROES, de pibes a veteranos
EL DOCUMENTAL DE MALVINAS MAS POLEMICO DE LOS ULTIMOS TIEMPOS SE PRESENTA: EL 10 DE MAYO A LA 15 HORAS EN LA 34ª FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO - BUENOS AIRES, SALA ROBERTO ARLT

CRITICA IDEOLOGICA

El documental dirigido por Gustavo Saita y escrito y producido por Eugenio Magliocca, se presenta el 10 de mayo en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Desde la concepción de su título promete polémica.
No somos Héroes, contiene una mirada particular de los sucesos que transcurrieron en Malvinas, así como sus consecuencias en los veteranos. No se detiene a analizar los hechos históricos ni a hacer especulaciones nacionalistas. En ningún momento plantea interrogantes sobre la soberanía ni detalla batallas. La particularidad de este documental es precisamente que se construye sobre el relato de siete civiles que, obligados a ir a la guerra por el servicio militar fueron torturados por represores, que en el país dejaron treinta mil desaparecidos.Y en ese devenir, el discurso conlleva inevitablemente a la mirada que sienten sobre sí los ex conscriptos.
El planteo ¨ser víctimas de la dictadura y de la guerra¨ estructura al documental y establece nuevos parámetros en la historia reciente. Muchos han acusado a este tipo de narraciones por ¨desmalvinizantes¨; término acuñado por organizaciones de veteranos que ven con malos ojos la victimización de los ex combatientes. Muchos de ellos no hablaban delante de sus familias, es decir, ni sus mismas esposas e hijos sabían muchas de las cosas que el documental terminó denunciando. Se realizó entonces un acercamiento casi íntimo con muchos de ellos, participando de sus ilusiones, sus planificaciones y sus derrotas.
El rol pasivo del entrevistador documentalista que solo mira, observa y documenta, se transformó en participación activa y potenciador para los ex combatientes, que veían por primera vez que su palabra era escuchada y sobre todas las cosas, que su relato los unía. Desde 1976 con la instauración de la política de terror de la Dictadura militar en la Argentina, el silencio se adueñó de los espacios de discusión y construcción política e ideológica. Sin embargo, ese silencio siempre denota el vacío y en ese vacío, el discurso incomprendido de los ex combatientes civiles de Malvinas fue y es, sin dudas, una de las grandes deudas de la sociedad en su camino democrático. ¨Fuímos confundidos con los militares¨, aseveran una y otra vez. ¨Quedamos entre los civiles y militares y ninguno nos quería¨, dice uno de ellos en un fragmento del documental. Lo cierto es que el testimonio de los que hace 26 años eran ¨los pibes de la guerra¨, adquiere relevancia no solo por su valor histórico, sino porque es una de las pocas posibilidades que tenemos para que a través de su palabras los hechos no se vuelvan a repetir.
¨Uno de los efectos más destructivos producidos por las vivencias del horror sobre los afectados, es que la persona queda fijada en una identidad de víctima. Esto incluso suele tener efectos en las futuras generaciones. Es decir, la identidad cristalizada en el sufrimiento, la culpa de haber sobrevivido, la moral del sacrificio, la autoculpabilización, el sentimiento de que algo heroico sostiene a su ser, etc… continúa la obra del victimario. Por lo tanto, dar testimonio, colaborar a que se haga justicia, pasar de la voz pasiva del afectado a la voz activa, como otro modo de ser protagonista del curso de la historia, que permita otorgarle a ésta un sentido diferente. Es importante señalar que el relato de la experiencia límite es fundamentalmente imposible de transmitir, por eso cuando se produce el testimonio éste implica bordear y elaborar cada vez la experiencia incontable¨. (7)
Son testigos de la historia y luego de muchos años, recién pueden hacerla palabra. Y esas palabras son las que, como sociedad, tenemos que estar dispuestos a escuchar para que el silencio no vuelva a implantarse como metología del olvido.
De esta manera, el documental se apoya íntegramente en el discurso de los veteranos de Malvinas construyendo bloques temáticos casi sin quererlo: la dictadura, la colimba, la guerra, los maltratos, la diferencia con los ingleses, el fin del conflicto bélico y el regreso, el olvido, la lucha por el reconocimiento, la militarización de los centros de ex combatientes, etc. Cada uno de estos ítems connota no solo la historia particular de cada de ellos, sino también la historia de un país que lentamente intenta construirse.
¨La categoría de "víctima", es un instrumento legal que otorga un marco jurídico a través del cual el Estado es responsable por las acciones cometidas por el mismo contra ciudadanos por violaciones a Derechos Humanos. Sin embargo, la categoría de "víctima" es siempre compleja y se halla en una tensión tal, que puede llegar a cristalizar al sujeto en una posición paralizante y sin salida para su subjetividad. El pasaje del relato particular y privado al ámbito público, genera en el sujeto un primer movimiento reparatorio en tanto posibilita el reconocimiento social y jurídico de su condición de afectado por violaciones a los Derechos Humanos¨. (7)
Desde 1982 a la fecha, la versión de los conscriptos, fue confundida con la de los militares, tanto en retirada como en plena democracia. Muchos de ellos, por temor, por los traumas post bélicos o por distintas razones, aún tratan de hablar, y en ese tratar, está también la escucha del otro, que muchas veces parece no estar dispuesto. Increíblemente, a los civiles que fueron a Malvinas, no se los llamó a declarar en el Juicio las Juntas. Tampoco se los participa en cada 24 de marzo y solo son recordados el 02 de abril, fecha que se conmemora la recuperación de las Islas, a las cuales fueron obligados a ir por un gobierno ilegal. Es decir, no se los considera víctimas de la dictadura y es, precisamente esto, lo que ellos denuncian en testimonios tan desgarradores como verídicos.
Estos relatos, luego de 26 años, recién tienen connotaciones sociales y por lo tanto judiciales. En el transcurso de un año la causa presentada ante los estrados fueguinos por parte de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Corrientes recibió un fuerte impulso sobre la base de distintas acciones oficiales, en el acompañamiento a los ex combatientes, responsables de instalar sobre el análisis general un abordaje aun no estudiado del terrorismo de estado de la dictadura en la Argentina, como resultaron ser los estaqueamientos y diversos maltratos sufridos por los conscriptos por parte del personal de cuadros.
Toda la discusión sobre Malvinas navega en una ambigüedad entre un supuesto deber patriótico y el gesto más humano de rechazo al recuerdo de la guerra. La única forma que tiene la sociedad de espantar sus fantasmas es meterse con los símbolos de Malvinas y resignificarlos para encontrar el lugar del patriotismo y del heroísmo en una guerra a la que fue llevada con engaños. Sacar la guerra de los libros escolares con sus próceres de bronce y reconocer que siempre es una tragedia donde más que tontos o héroes, lo que hay son seres humanos puestos en una situación extrema. Es otro concepto del heroísmo, que tiene más que ver con la vida y con la condición humana. Y en ese sentido, en ese lugar, los ex combatientes han sido héroes, más que por su valentía, por su dignidad probada a fuego en situaciones terribles a que los llevaron los tropiezos de un país que tiene una historia difícil. Esa historia es de todos, no solamente de ellos. (8)
En Argentina solo se habla de la guerra de Malvinas, cada 02 de abril y se torna casi un tema áspero, insidioso y molesto. Y como bien afirma Luis Bruschtein ¨Malvinas no baja del plano de lo simbólico. Es un símbolo de "Patria", pero también de derrota, de culpa, de vergüenza y de engaño. Y cuando se habla de la Guerra de Malvinas se mezcla todo. De Patria, porque así está en las escuelas; de derrota, por ídem; de vergüenza, por la derrota y las exaltaciones; de culpa, por el sentimiento de haber sido manejados por los militares de la dictadura, y de engaño, por las mentiras en los argumentos de la guerra, la corrupción oculta en las mismas filas de los militares y por los falsos relatos de la guerra en los medios.¨ (8)
No somos Héroes se propone justamente eso: separar lo simbólico de lo real para dar cuenta racional de esa realidad compleja. Y la prueba son los veteranos de guerra, que fueron sus principales víctimas.
El ex combatiente ha sido asumido como un símbolo de la guerra, cuando, en todo caso, tendría que ser un símbolo contra la guerra. Bajo el título de héroe hay quienes lo rechazan por su supuesta vinculación con el aparato militar aunque no se animan a criticarlos abiertamente porque justamente la simbología colectiva del Héroe marca que quién lo és, es casi intocable, porque hizo algo supremo por su patria y su sociedad. Y al ser héroes nadie se hace cargo de ellos ni de lo que vivieron ni de cómo viven. ¨
El veterano queda prisionero entre esa exaltación y ese rechazo, como si la guerra en la que participó no hubiera involucrado a toda la sociedad, como si ellos no hubieran sido el punto más vulnerable de un país sumergido en la tragedia y el desconcierto.¨ (8)
Por otra parte está su propio sentimiento. El ex combatiente siente que si critica la esencia de la guerra cuestionan una identidad que los ha marcado y a la cual no pueden renunciar y he aquí uno de los grandes cuestionamientos entre los centros de veteranos y la sociedad en su conjunto. Al ser marginados y olvidados, la única forma que tenían de hacerse notar era ¨disfrazándose¨ de militares; lo cual genera un desprecio muy particular de la sociedad argentina que vincula a los ex combatienes con la peor dictadura de la historia. Como si esa historia no la hubiésemos construído entre todos y como si los conscriptos no hubiesen sido víctimas también del llamado Proceso de Reorganización Nacional. No somos héroes plantea un pensar y una relectura de esa historia con más oscuros que claros. El título de héroe de la guerra fue impuesto por los militares en retirada para justificar las atrocidades que cometieron desde 1976 y salir impunes de ellas. Luego fue reforzado por Raúl Alfonsín en la recordada Semana Santa de 1987 y como si esto fuera Carlos Ménem ni bien comenzada la década del 90, indultó a miles de ellos utilizando en algunos casos este mismo discurso.
FICHA TECNICA:
DIRECCION: Gustavo Saita - GUION Y PRODUCCION GENERAL: Eugenio MaglioccaPRODUCCION COMERCIAL: Libros del Sur -PRODUCCION INTEGRAL: La invención de MorelVOZ EN OFF: Adriana Churriguera -INVESTIGACION: Eugenio MaglioccaCAMARA: Gustavo Saita - ASISTENTE DE CAMARA: Federico FrancoASISTENTE DE PRODUCCION: Rodolfo CaminosARTE DIGITAL: Pato Saita - Sobre una idea de: Eugenio Magliocca y Rodolfo CaminosILUSTRACIONES: Luciano Marinucci - ARTE Y DISEÑO DE TAPA: Javier OreñaENTREVISTAS: Eugenio Magliocca - Off grabado en AUDIO UNO

NO SOMOS HEROES, de pibes a veteranos

NO SOMOS HEROES, de pibes a veteranos
EL DOCUMENTAL DE MALVINAS MAS POLEMICO DE LOS ULTIMOS TIEMPOS SE PRESENTA:
EL 10 DE MAYO A LA 15 HORAS EN LA 34ª FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO - BUENOS AIRES, SALA ROBERTO ARLTLa Asociación Veteranos de Guerra de Malvinas, La editorial Libros del Sur y la productora Audiovisual La Invención de Morel; invitan a participar de una jornada de reflexión y video donde se proyectará NO SOMOS HEROES, un documental sobre la pre y post guerra del Atlántico Sur, contado exclusivamente por conscriptos. No somos héroes es un documental producido y grabado en la ciudad de Rosario y plantea un pensar y una relectura de esa historia con más oscuros que claros. El título de héroe de la guerra fue impuesto por los militares en retirada para justificar las atrocidades que cometieron desde 1976 y salir impunes de ellas. Luego fue reforzado por Raúl Alfonsín en la recordada Semana Santa de 1987 y como si esto fuera Carlos Ménem ni bien comenzada la década del 90, indultó a miles de ellos utilizando en algunos casos este mismo discurso. No somos Héroes se propone justamente eso: separar lo simbólico de lo real para dar cuenta racional de esa realidad compleja. Y la prueba son los veteranos de guerra, que fueron sus principales víctimas.
NO SOMOS HEROES
sobre una idea de Eugenio Magliocca y Rodolfo Caminos
Dirección: Gustavo Saita - Guión y producción general: Eugenio Magliocca
Producción Comercial: Editorial Libros del Sur - Producción Integral:
La invención de Morel (Productora Audiovisual)

no somos heroes

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